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Premios Literarios Miguel Hernández 2024 Exposición Bibliográfica Miguel Hernández Genealogía de Ramón Sijé

Coetáneos de Miguel Hernández

Martínez Corbalán, Francisco

 

Francisco Martínez Corbalán, conocido por las iniciales F.M.C., hijo de Ulpiano Martínez Corbalán y de Carmen Pérez del Arenal, nació en Cangas de Onís (Asturias), el 9 de marzo de 1889.

Don Ulpiano era de origen yeclano, había abandonado su ciudad natal al obtener el título de Registrador de la Propiedad y fue destinado a Cangas de Onís, en Asturias, también residió en Morón de la Frontera (Sevilla). F.M.C., también vivió una temporada en Morón, donde trabó amistad con Fernando Villalón, poeta cercano a la Generación del 27, y que le influyó mucho en el amor a la poesía.

Según un artículo de Ramón Fernández Palmeral, Francisco Martínez Corbalán llegó a Yecla con trece años de edad, en 1902, y cursó los primeros estudios con los Padres Escolapios de Yecla, donde también había estudiado José Martínez Ruiz (Azorín). Posteriormente estudió Derecho en Madrid. Fue compañero de Ramón Gómez de la Serna, una amistad que mantuvieron siempre, el cual le escribió la introducción al libro inédito El payaso amarillo. Ramón Gómez de la Serna escribe de Corbalán que <<representaba entre nosotros al paleto rey, todo el arte de su indumentaria y de sus maneras era la imitación y perfección del paleto>>. Acudía a las tertulias literarias del café Pombo y Colonial, vivió la bohemia. Políticamente era liberal, partidario de Melquíades Álvarez. Hizo amistad con Valle-Inclán, Emilio Carrere, Eliodoro Puche, Mauricio Bacarisse, Max Aub y otros escritores de la época. Fue seleccionado, junto a Jardiel Poncela, para el concurso <<La novela de hoy>>, por un jurado formado por Wenceslao Fernández Florez, entre otros miembros.

Cuando regresó a Yecla se casó con Carmen Alonso Quínez, lo que le supuso entrar en un ambiente más conservador y más provinciano. En Yecla, la política era una cuestión de las clases pudientes, alta y media, tenían el poder político. Entre los centros culturales cabe destacar el Círculo Conservador, el Círculo Católico, el Círculo Moderno, el Casino Primitivo, el Ateneo Popular y la Liga por el Fomento de la Enseñanza. En su época yeclana colaboró en numerosas revistas y también en prensa: fundó Minerva en 1918 y dirigió Sirio, en Almansa, en 1925 (donde colaboró el poeta peruano César Vallejo, al que había conocido en Madrid ese mismo año), dos revistas de efímera existencia, tal vez debido al ambiente poco adecuado para la publicación de este tipo de revistas en los pueblos alejados del mundo cultural que siempre se mueve en las grandes ciudades. Otras revistas yeclanas de la época fueron Renovación, Que te muerdo, El Eco Social, La razón, Adelante...

En 1928, agobiado por el clima político existente, decide regresar a Madrid, y fue allí donde conoció a Miguel Hernández en diciembre de 1931. Francisco Martínez Corbalán trabajaba en esos momentos en la revista Estampa, donde publicó la entrevista que le hizo a Miguel Hernández. El conjunto de artículos publicados en dicha revista, podemos clasificarlos, según Luciano Palao Rico, por su diferente temática en tres bloques: artículos costumbristas, reportajes de actualidad, y artículos y reportajes sobre el mundo literario de la época.

Fue redactor-jefe de la revista Ahora, desde diciembre de 1930 hasta su muerte en 1933, donde también publicaría Azorín.

Su hijo es el crítico literario Pablo Corbalán y nos cuenta que era un poeta en crisis permanente o en busca de su tiempo. Se inicia Corbalán en el modernismo, como movimiento renovador dentro de la poesía de principios del siglo XX, para acabar en las vanguardias y hacia el ultraísmo de Rivas Panedas, Pedro Garfias, Eugenio Montes, etc.

Francisco Martínez Corbalán publica tres libros: dos poemarios, Oraciones (Imprenta de Sáez Hermanos, Madrid,1914) y Caminos (Ed. Levante, La Unión, 1920) y un libro en prosa, Las violetas del huerto (Ed. Levante, La Unión, 1922).

En el poemario Caminos se nos ofrece como un poeta mediativo en la línea de Antonio Machado, con reflexiones sobre el simbolismo de los objetos y la preocupación por la vida. La salida de este libro se le ofreció un banquete en el Hotel España, de Yecla, en la mesa estuvo Pascual García Ibáñez, Tomás Martín Hernández, Federico Galbis Martínez, José Azorín..., crónica que apareció el La Nueva Justicia con fecha 7 de julio de 1920.

Fue un escritor que en verso cultivó todos los prototipos del modernismo, desde el autorretrato a las evocaciones de ambientes fastuosos, exóticos y legendarios, conectados con la época caballeresca wagneriana.

Las violetas del huerto es considerada su obra cumbre, es analizada con lupa en su relación con el romanticismo, con la técnica azoriniana, con la narrativa mironiana y con el modernismo, con un estudio exhaustivo de sus personajes, del paisaje, de los factores sociales, de la ruralización, del concepto del tiempo..., se aprecia en su obra una actitud reformista, actitud que se desprende de los artículos de Azorín, de los cuentos de Rubén Darío, de las estampas y novelas de Gabriel Miró. Francisco Díez de Revenga y Mariano de Paco, en su Historia de la literatura murciana, (Universidad de Murcia, 1989), lo consideran integrante del movimiento literario modernista.

Además escribió la novela El pobre Juan, con ilustraciones de Bartolozzi (Colección de Los contemporáneos, Madrid, 1917) y tiene  poseía numerosa y obra inédita. Entre 1911 y 1927 publicó poemas y relatos en los diarios madrileños La Época, El Imparcial, La Correspondencia de España, Heraldo de Madrid; en las revistas Blanco y Negro, Nuevo Mundo, La Esfera y Mundo Gráfico.

Ganó varios premios literarios, menores. De 1924 a 1926 publicó poemas en el Suplemento Literario de La Verdad, de Murcia, en la revista de Sudeste, de Murcia, la revista Alfar, de La Coruña, entre 1924 y 1925 -donde publicó un poema titulado <<Chimeneas de fábrica>>-, y en la revista madrileña Bolívar.

Entre 1928 y 1933 escribió en la revista madrileña Estampa y en el diario madrileño Ahora, del que fue crítico teatral, reportero y cronista taurino que firmaba como F. Asturias y realizó reseñas de varias novilladas y corridas de toros en 1931 y 1932, fue reportero en el "Jerezano".

Corbalán participó en un ambiente de polémica y controversia propia de la prensa de la época. Así, el escritor yeclano publicó un artículo en el diario local Adelante sobre la polémica literaria en torno a la poesía que había suscitado un artículo firmado por "El licenciado Cortina", seudónimo de algún personaje adversario de Corbalán, y que había sido publicado en el semanario La Defensa, sección "Literatura". Los dos se enzarzaron en una agria porfía poética, en la que se dio por aludido Francisco Antonio Jiménez, que entró en la "Replica" con un artículo lacerante y doloroso en La Defensa, 8 de febrero 1931, que empieza:

<<Inestimado poetastro: He oído el sonoro rebuzno que a mi insignificancia te has dignado dirigir desde ese olimpo grotesco en que moras por obra y gracia de tu vanidosa necedad... >>.

Su prematura muerte acaeció a los 44 años de edad, el 5 de agosto de 1933. Asistieron a su entierro otros escritores: Azorín, Valle-Inclán y el escultor Emilio Barral. No le dio tiempo a consolidar su obra literaria. A su muerte, su familia donó a la Casa Municipal de Cultura su fondo bibliográfico, compuesto por una selecta colección de libros y revistas de temática literaria y política fundamentalmente. Su legado supera 5500 títulos (monografías) y el millar de ejemplares de revistas, constituyendo un fondo de acceso restringido y de consulta exclusiva en sala.


RELACIÓN CON MIGUEL HERNÁNDEZ

Francisco Martínez Corbalán, publicó el sábado 20 de febrero de 1932 en la revista madrileña Estampa la entrevista que mantuvo con Miguel Hernández titulada "Dos jóvenes escritores levantinos. El cabrero poeta y el muchacho dramaturgo". Donde también aparece una semblanza del muchacho  dramaturgo Virgilio Soler Pérez, del que hablaremos más adelante.

Miguel contaba entonces con 21 años. Francisco Martínez Corbalán, nos lo describe como "un joven moreno, de frente despejada y facciones enérgicas". Nos cuenta que Miguel se define con una sencilla y bella palabra, como "poeta":

"Yo... En fin: yo soy poeta".

También nos relata que le llamó la atención en él, que el escritor que más le gustaba y que según él le había influido hasta ese momento había sido Miró y que de lo que había leído, hasta esos momentos, le gustaba Juan Ramón.

Para F. M. C., el joven Miguel Hernández era "despierto, rimaba con gran facilidad y apuntaba un fino sentido lírico, que si lograba cultivarse, daría a su tierra levantina motivos de satisfacción y de orgullo".

En realidad, lo que pretende, es da a conocer a Miguel con la esperanza de que el  Ayuntamiento de Orihuela o la Diputación alicantina le tiendan la mano, le ayuden a estudiar, a prepararse para <<ser>>.

El artículo donde aparecía dicha entrevista aparecía ilustrado con dos fotografías de Miguel Hernández. Una de ellas se la sacaron en la redacción de Estampa, según refirió Ramón Sijé, posaba de pie con corbata mal ajustada y abrigo. En la mano izquierda portaba una carpeta clara y la otra mano metida en el bolsillo del pantalón. En la otra fotografía que aparece en el centro del artículo, se ve a Miguel pastoreando un rebaño, se la debió facilitar Miguel a Francisco Martínez Corbalán.

Como antes hemos comentado, en dicho artículo también se nos habla de otro joven levantino llamado Virgilio Soler Pérez, de tan solo 15 años.

Según nos cuenta Gaspar Peral Baeza, este muchacho nació en Alicante. Ha estrenado dos comedias, con éxito y tiene escritas y prontas para el estreno, cuatro más.

La revista Estampa, además, nos ofrece los siguientes datos: autor de comedias más o menos astracanescas y en verso; le premiaron un cuento en un concurso de un diario madrileño, siendo, pues, su primer éxito literario; que, desgraciadamente, padece de paraplejia, lo que le impide salir con la frecuencia deseada de su cuarto de estudio y trabajo, por lo que sólo ha podido presenciar cinco o seis representaciones teatrales, y, con esta experiencia, nada profunda, le ha bastado para escribir, con soltura y gracia, dos comedias en verso, que han sido calurosamente aplaudidas por el público.

Virgilio Soler contaba con tan sólo catorce años cuando el 8 de marzo de 1931 estrenó su primera comedia, en el "Salón España", ¡S´ha perdut el foraster! (escrita en valenciano, en un acto y en verso) y que el 20 de diciembre de ese mismo año, 1931, puso en escena también en el "Salón España", otro sainete, No es aixó lo que yo vullc, y que se publicaron en la revista de Ediciones Carceller, Valencia,"Nostre Teatro" nº 49 y nº 81, en 1931 y 1932, respectivamente, donde explica su deseo de contribuir al progreso de la región y del teatro valenciano, siendo el argumento de estas obras muy sencillo, que sólo persigue poder intercalar situaciones cómicas y diálogos plagados de chistes, muchas veces cogidos por los pelos. En nota, añade Lloret i Esquerdo en Cent anys..., que sabe que escribió una poesía a la "Bellesa del Foc" publicada en el diario El Luchador el 24 de abril de 1934.

La comedia ¡S´ha perdut el foraster! fue estrenada por la Compañía de Paco Hernández y Ángel Mas con la primera actriz Lolita Millá. En las páginas iniciales de su texto editado se hace constar lo siguiente, una vez traducido: "La presente comedia que publica "NOSTRE TEATRO" es la primera que escribe el joven autor novel, Virgilio Soler, natural de Alicante, nuestra provincia hermana. Virgilio Soler cuenta 14 años de edad y eso es suficiente para apreciar sus notables condiciones de autor que esperamos sabrá aprovechar para hace una labor teatral progresiva dando sin tardanza una obra definitiva que le consagre".  Asimismo, en ellas se le hace una pregunta acerca de cuál sea su propósito al escribir esta obra y responde que "...em proposi seguir l´eixemple d´alguns autors moderns, posantli una pinsellá de superrrealisme, per a vore d´introduir estenou chénero en lo teatro valenciá, en el meu desix de contribuir al progrés de la regió". La dedicatoria dice así: "A mon pare vollgut, en un apretat abrás, per ser ma primera comedia, en proba del entrañable cariño de son fill. VIRGILIN". En la crítica del estreno aparecida en el diario El Luchador del 9 de marzo de 1931, sin firma, leemos que el joven autor " Airoso ha salido en esta primera prueba, y, siguiendo esa afición, lo que le aconsejamos, le afianzará en esa noble modalidad de teatro regional, porque ello sirve para ensalzar la patria chica. El diálogo bien llevado y vivo demuestra que Virgilio Soler puede conseguir éxitos más destacados".

En cuanto a su segunda pieza teatral (No es aixó lo que yo vullc) ha de aclararse que la denomina comedia -y no sainete-, en un acto y escrita en prosa -y no en verso-. Firmada por Virgili Soler (fill). Estrenada, con gran éxito, en la fecha y escenario antes mencionados, por la Compañía de Ángel Mas y Manolo Álvarez. También se le hace por el editor una pregunta al autor sobre su propósito al escribir esta obra y éste responde que "...fou escríurela-que ya es prou ferla un poquet millor que l´anterior, per lo manco sense tantes faltes; y, per últim, que fora del agado del públic, per a que este, al vórela representar pase el rato lo millor posible. A asó se reduixen les meues aspirasións; sols me falta saber si hu he conseguit. El públic dirá...". La obra esta dedicada así: "A mon chermá idolatrat.Yas, ahí tens esta comedia. Poc val, pero es una obreta de ton gust y perqué no dedicártela? Prenla, qu´en ella va tot  l´inmens cariño de VIRGILI". En la crítica del diario El Luchador, 21 diciembre 1931, además de decir que la comedia "agradó algo al público que la aplaudió en varios pasajes de la misma" y que "todas las partes que integran la compañía, se lucieron en sus papeles", se reseña la anécdota luctuosa de que "El conocido actor Antulio Sanjuán no pudo trabajar debido al fallecimiento de su madre acaecido en este día, habiéndose notado su falta".

El fondo de Virgilio Soler se encuentra en la Biblioteca Pública Fernando de Loazes, de Orihuela. Podemos encontrar los dos textos teatrales editados y unos folios mecanoscritos, sin numerar, donde se recogen un conjunto de poesías, tanto en valenciano como en castellano, fechadas unas en Alicante (o Alacant), otras en Itero y las dos últimas sin fecha ni lugar, en los años que van de 1932 a 1935, y sin firma, aunque no cabe duda alguna acerca de su autoría, ya que en una de ellas (la titulada "Int. sanjuanera", fechada el 17 mayo 1932) se hace constar que fue "Publicada en EL TIO CUC d´Alacant, el 18 de Juny de 1932", y otra (la que lleva por título "La Bellea del Fòc", fechada el 22 abril 1934), se publicó, firmada por VIRGILI SOLER (fill), en el diario El Luchador dos días después.

Estos folios, apaisados, llaman la atención por el exquisito cuidado, la destreza y el gusto que tuvo el mecanógrafo que pasó a limpio los poemas. Con las letras y demás signos de la máquina de escribir realizó una serie de dibujos, cenefas y otros alardes, que son verdadero primor. Es de suponer que el mecanógrafo-artista fue, asimismo, el adolescente autor teatral y poeta.

Las composiciones poéticas incluidas en los sesenta y tres folios mecano escritos son inéditas, que se sepa, salvo las dos citadas antes. Llevan los siguientes títulos: "Pregaria a la Verge de la Soletat", "Nit sanjuanera", "Amad a los niños", "Poesía", "Al Hércules", "Fogueres...", "La Bellea del Fòc", "La rialla", "Fòc y carn", "¿¡Felicidades¡?", "A..." y "Pasodoble". La dedicada al equipo de fútbol alicantino, un soneto, fechada en Alicante el 28 de enero de 1933, creo que la compuso con motivo de que el "Hércules F.C." quedó campeón del Sexto Grupo de la Tercera División.