Buy Software Online - Best Price

 

Premios Literarios Miguel Hernández 2024 Exposición Bibliográfica Miguel Hernández Genealogía de Ramón Sijé

Este pasado domingo día 22 de enero ha fallecido a los 56 años en Madrid, donde residía, el dramaturgo y escritor de origen cubano Amado del Pino, amigo y colaborador de la Fundación Cultural Miguel Hernández.  

Nacido en Tamarindo (Camagüey), el 25 de febrero de 1960, sintió bien temprano una gran vocación por el teatro, que lo condujo a estudiar en el Instituto Superior de Arte la especialidad de Teatrología. Se trasladó a La Habana, donde trabajó como redactor y editor de la revista “Tablas”.

En 1986 participó como actor en la película “Clandestinos”, de Fernando Pérez, que lo hizo muy popular, y en 1994 en “Guantanamera”. En 2008, con motivo de las I Jornadas Hernandianas en Cuba que se organizaron desde la Fundación oriolana y el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, se comprobó la popularidad de Amado en las calles de La Habana. 

Escribió la obra teatral “Tren hacia la dicha” (1987), y “El zapato sucio” (Premio de Dramaturgia Virgilio Piñera 2002), “Penumbra en el noveno cuarto” (Premio UNEAC 2003), “Triángulo” (2004), “Cuatro menos” (Premio Carlos Arniches, de Alicante, 2008), y “Reino dividido” (2011), donde pone a dialogar a Pablo de la Torriente Brau y Miguel Hernández. Esta última obra se representó en Orihuela y en otras ciudades, dirigida por Carlos Celdrán y su compañía Argos Teatro. 

Desde 2006 residió en España, primero en Murcia y después en Madrid. Su mujer, Tania Cordero, supo convivir con un hombre dulce, irónico, perspicaz y muy inteligente, apasionado por la vida y sus placeres, pero sobre todo comprometido con su obra y su pueblo cubano. 

En 2008 recibió el Premio Internacional de Periodismo “Miguel Hernández”, promovido por la Fundación oriolana. En ese mismo año recibió, por “Cuatro menos cuarto”, el Premio de Teatro Carlos Arniches de la XVI Muestra de Autores Contemporáneos Españoles, del Ayuntamiento de Alicante.  Con Tania Cordero publicó en 2013 “Los amigos cubanos de Miguel Hernández”.  

Por encima de su trayectoria literaria, teatral e intelectual, nos quedará su sonrisa de niño grande, amante de la buena comida, de los libros  y de los amigos. Con Tania recorrimos las calles de La Habana Vieja, en busca de libros viejos, de la vida palpitante que, pese a todo, sigue disfrutando de los pequeños placeres.

Desde la Fundación Cultural Miguel Hernández queremos expresar nuestra tristeza por su pérdida y también nuestra alegría por haberlo conocido. Y para Tania, nuestro más cariñoso y sentido pésame.