El abogado Antonio García-Molina Martínez falleció ayer, día 6, a los 87 de edad en Orihuela. Ostentó, entre otros cargos, el de teniente de alcalde, presidente de la Junta Mayor de Cofradías y presidente de la cofradía de El Perdón, pero para los hernandianos era conocido y valorado por su labor como editor de los cuentos de Gabriel Sijé o como articulista especializado en bibliografía hernandiana, aparte de como amigo de Ramón Pérez Álvarez. Su biblioteca y archivo eran muy completos.

 Su labor como hernandiano fue reconocida en 2002 con la concesión, por la Fundación que lleva el nombre del poeta, de la Medalla al Mérito Hernandiano, y en mayo de 2003 presidió el emotivo acto de plantación de un ciprés en el parque municipal de Las Espeñetas, en conmoración del primer homenaje tributado a Miguel Hernández, en abril de 1942, y del que García-Molina era su único superviviente. Apoyó la labor de la Fundación con su participación en las numerosas actividades organizadas por ésta.

Esta tarde tendrá lugar el pertinente funeral en la Catedral de Orihuela.