El poeta y crítico Leopoldo de Luis, amigo de Vicente Aleixandre, Miguel Hernández o León Felipe, biógrafo del oriolano y profundo conocedor de la poesía española del siglo XX, falleció en Madrid el 20 de noviembre. Obtuvo diversos galardones, entre ellos el del Premio Internacional de Poesía “Miguel Hernández” Nacional de las Letras en 2003, pero la reciente Medalla de Oro de su ciudad natal, Córdoba, recibida por su hijo Jorge Urrutia hace unos días debido a los problemas de salud de su padre, fue la que más estimó. Fue en Córdoba, el 24 de junio de 2003, donde se despidió de sus lectores. Ese mismo año la editorial Visor publicó en dos tomos su quehacer poético: más de mil páginas y más de treinta poemarios.

      Amigo de Miguel Hernández, al que conoció el 21 de agosto de 1937 en el Ateneo de Alicante, acompañado de Vicente Ramos, Gabriel Baldrich y Manuel Molina. También escribió numerosos  artículos y fue el primer editor de la obra poética del poeta alicantino en 1976. Participó en los dos congresos internacionales dedicados a Miguel Hernández (1992 y 2003). En el año 2000 tuvo el honor de colocar la primera piedra de la sede de la Fundación Cultural Miguel Hernández.

      Con ocasión del II Congreso Internacional dedicado a Miguel Hernández, participó en el Homenaje a los Coetáneos (27 de octubre de 2003, en su querido Ateneo de Madrid), y leyó su escalofriante y emotivo “Correo para la muerte”, dedicado a su amigo Miguel Hernández. Francisco Esteve, presidente de la Asociación Amigos de Miguel Hernández de Madrid, entrevistó a Leopoldo de Luis para hablar de Miguel Hernández. Dicha entrevista fue publicada en “ABC” y la edición alicantina de “La Verdad”, ambas del día 21.

      Toda la prensa nacional ha recogido la noticia del fallecimiento de Leopoldo de Luis. El Ateneo de Madrid va a homenajear al escritor y poeta en los próximos meses. La Fundación Cultural Miguel Hernández, su Patronato, el personal que lo compone y el Taller de Empleo Miguel Hernández II se suma al duelo de su familia y de sus amigos. Se nos ha ido un hombre bueno, que siguió la estela de Antonio Machado y el concepto de la amistad de Vicente Aleixandre y José Luis Cano. Descanse en paz.